En Medellín, una fascinante demostración de la coexistencia entre urbanización y biodiversidad se revela con la temporada de iguanas, que atraviesan la ciudad en su búsqueda anual de sol, apareamiento y anidación a lo largo de las riberas del río Medellín. Sin embargo, este natural espectáculo se ve empañado por las trágicas escenas de iguanas atropelladas mientras intentan cruzar la vía Regional, especialmente cerca de puntos como la Universidad Nacional, moviéndose desde áreas como el Cerro El Volador.
Estos reptiles, buscando el ambiente húmedo ideal para anidar, a menudo se dirigen hacia zonas cercanas al río, donde el material de construcción o la arena proporcionan el entorno perfecto para sus huevos. A pesar de los tres meses que tardan en eclosionar, enfrentan innumerables peligros, resultando en la pérdida de cientos de iguanas anualmente en la ciudad.
Para contrarrestar esta situación, el Área Metropolitana ha implementado estrategias como la creación de pasos de fauna y el rescate de iguanas heridas, además de recuperar huevos para su incubación artificial y la posterior liberación de las crías. A pesar de estos esfuerzos, la comunidad critica la falta de medidas más efectivas para asegurar el tránsito seguro de estas y otras especies, subrayando la necesidad de corredores seguros, especialmente para las iguanas que descienden del Cerro El Volador.
El peligro que representan las vías de Medellín no es exclusivo de las iguanas. Recientemente, se ha destacado el riesgo para las mariposas colipatos, que viajan miles de kilómetros desde Centroamérica, muchas de las cuales mueren atropelladas en su paso por la región. Estas tragedias podrían mitigarse con medidas simples como la reducción de la velocidad vehicular.
Las iguanas de Medellín, principalmente herbívoras, dependen de espacios abiertos para regular su temperatura corporal, esencial para su metabolismo y actividad diaria. Los machos, identificables por sus distintivas crestas usadas en el cortejo, son trepadores ágiles en condiciones cálidas. A pesar de su interacción pacífica con los humanos y las mascotas, su preservación enfrenta desafíos significativos en el entorno urbano.
El Área Metropolitana hace un llamado a la ciudadanía para reportar cualquier iguana en situación de riesgo, enfatizando la importancia de la cooperación comunitaria en la protección de la biodiversidad local. Este esfuerzo conjunto no solo beneficia a las iguanas sino que refuerza el compromiso de Medellín con la conservación ambiental en medio de su crecimiento urbano.